jueves, 10 de diciembre de 2015

MI PRIMER ULTRA

Crónica del Gran Trail de Peñalara 2012.

Recupero aquí la crónica que escribí tras realizar esta magnífica carrera. 



Bueno, después de unos días de descanso y casi totalmente recuperado, vamos con la crónica del Gran Trail de Peñalará, que se celebró el pasado 23 y 24 de junio en la localidad madrileña de Navacerrada.
Se trata de una carrera de ultradistancia, un total de 110 km, con salida y llegada en Navacerrada y que transcurre por algunas de las cimas más emblemáticas de la Sierra de Guadarrama.

Partí de Montehermoso el viernes 22, para la recogida del dorsal y con intención de pasar la noche en Madrid, para el sábado en la salida, a las 6 de la mañana, estar lo más descansado posible. Pero no conté con el tráfico, y tras un retraso considerable en el viaje, acabé de recoger el dorsal y la documentación el viernes a las 21:00. Por este motivo decidí quedarme a dormir en el coche, para ganar así alguna horita más de descanso, aunque en peores condiciones.

Por la mañana me desperté bastante bien, con nervios cómo es lógico antes de enfrentarse por vez primera a una prueba tan dura. A pesar de todo me siento bien. Unos estiramientos mientras esperamos a que se de la salida y listo.

A las 6 arrancamos y tras una breve carrera cruzando el pueblo, salimos por fin a pista. Por delante espera un primer ascenso en el que salvaremos 1000 m. de desnivel en poco más de 8 km. La cabeza de la carrera lleva un ritmo insuperable. Yo de momento voy reservando fuerzas que queda mucho. Una vez alcanzada la cima de la Maliciosa (2.227 m.), se comienza un descenso, bastante técnico al principio, hasta Canto Cochino (1.033 m.), dónde espera el primer avituallamiento y al que llego a las 8:30 h. De momento voy cumpliendo muy bien con mis tiempos estimados de paso, y las sensaciones son buenas. Repongo líquidos, como un poco y continuo.


Hay unos 10 km hasta el siguiente avituallamiento. Pero se hace duro. A pesar de no ser muy temprano, el calor va pasando factura. Y cada vez más. De todas formas sigo con buenas sensaciones. Paso el avituallamiento de la Hoya de San Blas sin parar mucho, lo justo para reponer agua y remojarse un poco, e inicio la subida hasta el Puerto de la Morcuera.
De momento llevo buen ritmo, y me encuentro bien. Ando en los tramos en los que la pendiente es más acusada y troto donde se puede hacer cómodamente. Todavía queda mucha carrera y hay que reservar. Poco antes de llegar a lo alto del puerto, escucho “vamos Finch, que no se diga” (o algo así, no recuerdo las palabras exactas, jejeje). Es mi hermano, que ha venido con su amigo Javito a verme. Todo un subidón de moral. Así que arranco con fuerzas renovadas por partida triple: avituallamiento, ánimo de familia y amigos y además sólo quedan 12 km de bajada para llegar al puente del perdón (ecuador de la carrera). Durante la bajada cojo un ritmo bueno y comienzo a charlar con un corredor que se pone a mi altura, Edurardo “el malagueño”. Con la conversación se hace el camino más ameno. Me cuenta que ya corrió esta carrera en 2010, además de otros muchos trails. Un máquina el tio. Al irnos aproximando a Rascafría, cogemos la vera del río donde hay multitud de bañistas. Que envidia, con el calor que hace... en fin, es mejor no pensarlo mucho. Llego con el malagueño al avituallamiento del Puente del Perdón, en el que ya hay un poco más de consistencia (muy bueno el jamoncito, el queso, etc.) Un breve descanso, cambio de calcetines y arrancamos. Nada más salir, en Rascafría (1.166 m.), vuelvo a ver a mi hermano y a Javito, que de ahí se irán a Segovia a comer un cochinillo. Bien podían haberme ocultado el dato, pero en fin, yo a lo mio.
















Ahora toca el tramo más duro de la carrera. La subida al Puerto del Reventón (2.037 m.) y a Peñalara (2.429 m.). 18 km de subida y en las horas de más calor del día... bufff. Al menos sigo acompañao por el malagueño. Durante la subida cogemos a otro corredor que se une a nosotros. Francisco, de Burgos. La marcha se hace pesada y aburrida, mucha pista forestal y mucho calor. Eduardo es el que mejor va de los tres con diferencia. Se adelanta poco antes de llegar al Puerto del Reventón y nos quedamos el de Burgos y yo, que empiezo a notar ampollas en los pies y la planta bastante dolorida. Al llegar al avituallamiento, el malagueño nos está esperando, pero poco después le tenemos que decir que continúe, ya que lleva un ritmo muy superior al nuestro.
Al llegar al control de paso nos indican que ocupamos el puesto 31 y 32. Queda poco para Peñalara, pero no acaba de llegar, y aunque hay algunos tramos en los que se puede trotar, el dolor de la planta de los pies no me deja. Así que Francisco tira y me vuelvo a quedar solo. Empiezo a dudar si podré acabar la carrera... no me gusta un pelo. Con gran esfuerzo y sufrimiento logro alcanzar la cima de Peñalara y dentro del tiempo que me había marcado. Pero lo que me espera no es mucho mejor. Comienza una bajada bastante técnica, con mucha piedra suelta, y en la que en otras condiciones se podría trotar. Desgraciadamente, no es el caso. Me duele mucho la planta del pie izquierdo y bajo andando. Me pasan muchos corredores, pero me es imposible trotar. De seguir así tendré que abandonar la carrera al llegar al avituallamiento de la Granja, en el km 90. Además el lunes empiezo a trabajar, y no es plan de lesionarse. No me gusta nada como pinta la cosa. Por suerte acabo el tramo más técnico y decido parar un poco cerca de un arroyo. La superficie que me encuentro es mucho más blanda. Después de descansar un poco y ponerme otro par de calcetines retomo la marcha. Mucho mejor. Vuelvo a trotar y con buenas sensaciones alcanzo a casi todos los corredores que me han pasado durante la bajada. Esto me da nuevas fuerzas para llegar muy animado al avituallamiento de la Granja, dónde de nuevo me encuentro con mi hermano y Javito.

Un poco de ensalada de pasta y embutidos (mi hermano colabora enseñándome la foto del cochinillo que se han zampao). Un breve descanso y a por los últimos 30 km!!!


De nuevo en marcha por un camino que sigue la vera del río por sombra durante unos 14 km, en los que se puede trotar muy bien, hasta llegar al siguiente avituallamiento en la Casa de la Pesca, al
que llego tras pasar un par de corredores, y con los que me agrupo mientras repongo fuerzas para la última subida fuerte hasta el Puerto de la Fuenfría. Del avituallamiento salimos tres corredores juntos. Un Navarro (no recuerdo el nombre), un Madrileño (Pedro) y yo. La subida es dura, pero vamos hablando y se pasa mejor. Nos llega la noche y encendemos los frontales poco antes de llegar a la Fuenfría. Bebemos un poco y seguimos por el Camino Smith. Pedro y yo comenzamos a trotar. El navarro se queda un poco atrás. Me vuelven las molestias en la planta del pie izquierdo. Queda poco para el avituallamiento del puerto de Navacerrada, donde podrá verme el médico.
Al llegar, me dan un poco de caldo, pan y embutido mientras el médico me cura la ampolla y me pone un parche. Tengo la zona muy sensible. Con el parche puesto volvemos a la carga Pedro, que me ha esperado, y yo. Solo quedan 10 km. Una ligera subida y todo lo demás bajada hasta Navacerrada. Me sigue molestando pero troto como puedo por un sendero que baja en zig-zag con bastante piedra suelta. Por ahí bien, pero pronto volvemos a coger pista forestal. De no apoyar bien el pie, empiezo a sentir molestias en la rodilla. El último paso de control y nos dicen que solo faltan 5 km. Pero el dolor de la rodilla y la planta del pie va a más. Nos pasan algunos corredores, así que animo a Pedro para que siga. Se quedaría a acompañarme, pero le digo que no es necesario. Yo no puedo correr y el sí, así que sigue adelante y yo continúo andando. Me siguen pasando algunos corredores. Pero ya no queda nada, entro en el pueblo. La gente que está en las terrazas anima, pero no puedo correr. Tampoco me importa mucho. Justo antes de la entrada veo de nuevo a mi hermano y a Javito. Muchas gracias a los dos por haber ido a verme. También a todos los que me habéis apoyado y dado ánimos. Entro en la meta con un tiempo de 19 h. 20'. Por debajo de las 20 que me había marcao. La sensación al cruzar la meta no sabría describirla. Mi hermano me pregunta si volveré: SIN DUDA.



4 comentarios:

  1. Que va Diego, lo único que tengo son ganas y tiempo pa entrenar. Con eso cualquiera puede hacer lo mismo (y como muestra mi caso)

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  2. bonita crónica, sin duda son gratas experiencias, éste año la hice y al que viene, estoy preinscrito, a ver si hay suerte,enorme José.

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  3. bonita crónica, sin duda son gratas experiencias, éste año la hice y al que viene, estoy preinscrito, a ver si hay suerte,enorme José.

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